jueves, 15 de agosto de 2013

Y tu cuerpo, me queda



Necio,
rumor en lejanía,
tu corazón es: oráculo.

Arrabalero, tan empolifollado,
de ácido lisérgico.

Cerré la boca desarmado,
cansado de mundo,
y saqué la ropa infiel.

Masticando pasto viejo,
debo mucha paz y…
Pero si el mar está sucio.

Un taxi se estrello en la esquina que confluye.
¿Húmeda de llovizna?
Eterno pasajero sin nombre.

Y la marquesina oscura,
y la escuela oscura,
y la avenida oscura, 
y la mirada oscura, 
es jueves o viernes feriado.

Traficante de regalos prohibidos.
Cerrado, en soledad, la búsqueda.

No hay sonrisa sin vuelo,
con la niebla miro.
Y tu cuerpo, me queda.

Pero quedo otra también,
en el pavimento, mi amor.

Una niña se estrello en la esquina que confluye.
¿Húmeda de llovizna?
Sigo olvidando tu sangre.
Recurriré a antiguos.

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