lunes, 12 de agosto de 2013

Circuito de vida, sobre ojos blindados, entre el flujo de la conciencia, fallos morales



Iba a cambiar (me lo prometí)
Camine.

El mundo hermoso y putrefacto,
el sexo ordinario y reiterativo,
exploré la tapa de los sesos,
el mundo por sexo cambie (me lo cuestione)

Dos foquitos.
Incandescentes, se quemaron.
La hora más oscura, 
una metáfora de sociedad,
de dominación,
con protagónico secundario.

Un vientre con el argumento,
evocado o seco.
Machista bajo la superficie,
jugueteando con alfileres.

Bucólica, entre tanto.

La taza de té,
buena porcelana,
ajada,
china,  
estropeada.

Durante años,
antigua,
húmeda,
criatura inanimada,
me vuelvo loco.
Individuo se fuga.

Ligado al ego.
Porque llovía, busque el impermeable,
con decir la palabra,
uno se pierde,
eterno.
Dibujo un corazón,
pálido, muy pálido.

Mirame.
Las pupilas suenan.
¿No sueñan?
Suenan.
Como dulce melodía (lo susurré como un rezo)
¿Cómo lluvia?
Si, pero interminable.

-Circuito de vida, sobre ojos blindados,
entre el flujo de la conciencia, fallos morales-.

Seguiré destrozando tu vida…

¿Te das cuenta?
Hay otra forma, la belleza es discutir.

Bastante surrealista. La pausa.
No puedo leer.

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