Todo se va oscureciendo,
y es doloroso,
es final.
La atmósfera común,
los libros en el estante,
la alegre transparencia,
el tiempo por perder.
Preocupación por la luz,
y es infinito,
es profundo.
La muerte es el silencio,
del pasado contemporáneo,
del tiempo que crepita,
y a su vez devorado.
La urgencia de apuntar,
y es atisbo,
es austeridad.
El prejuicio sanguinario,
de matríz ancestral,
la razón es una alma sin querer,
donde tu cuerpo calla.
No se dice nada,
y es refugio,
es concreto.
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