domingo, 15 de diciembre de 2013

La razón es una alma sin querer



Todo se va oscureciendo, 
y es doloroso, 
es final.

La atmósfera común,
los libros en el estante, 
la alegre transparencia, 
el tiempo por perder.

Preocupación por la luz,
y es infinito,
es profundo.

La muerte es el silencio,
del pasado contemporáneo,
del tiempo que crepita, 
y a su vez devorado.

La urgencia de apuntar, 
y es atisbo,
es austeridad.

El prejuicio sanguinario,
de matríz ancestral,
la razón es una alma sin querer,
donde tu cuerpo calla.

No se dice nada,
y es refugio,
es concreto.

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